Construido sobre los terrenos, que formaban parte de la denominada Tierra de San Antonio, según la ideología higienista, que imperaba durante la “Restauración borbónica” entre 1875 y 1931 en España, el Parque del Oeste se empezó a construir en 1893, y se inauguró la primera fase (comprendida entre las actuales avenida de Séneca y el paseo de Moret, y que alcanza unas 87 hectáreas), el 03 de septiembre de 1905. (Petit) Ruta por uno de los primeros jardines públicos de la Villa, que se caracteriza desde sus orígenes por sus grandes desniveles, muy apreciados por los amantes del paisajismo.

1ª PARADA: Un poco de Historia…
   Inspirándose en parques similares tales como el neoyorkino Central Park de 1877 o Les Buttes-Chaumont parisinas de 1869, así como de “la apertura para uso público de jardines, anteriormente propiedad de la realeza como, en el caso de España, El Retiro, a partir de 1868, “con el fin de dedicarlo a servir para recreo, higiene, instrucción y moralidad de la población” (1), el Parque del Oeste fue diseñado por el ingeniero agrónomo y director de Jardines y Plantíos del Ayuntamiento de Madrid, Celedonio Rodrigáñez y Vallejo (1860-1913), al que, al alcanzar la jubilación en 1910, le sucedió su ayudante, el Jardinero Mayor del Ayuntamiento, Cecilio Rodríguez (1865-1953), al que también debemos importantes jardines de la ciudad.

   El eje central del parque está en su cota más baja, donde se encuentra la ría, construida sobre el arroyo San Bernardino, que nacía en un lago con un surtidor que alcanzaba los veinte metros de altura, que ya no existe, y discurre durante 600 metros, atravesada por puentes de madera, que permiten el paso de una margen a otra hasta un segundo lago, que existe en la actualidad, continúa hasta la Fuente de la Salud, hoy día fuera de servicio, y finalmente, termina en el Manantial de la Salud (ver la ilustración), al que muchas personas acuden todavía para recoger su agua.

   El parque se completó con 2 fases más. La segunda se empezó a construir a partir de 1906, en paralelo al paseo de Rosales, desde el paseo de Camoens hasta las vías del tren, que incluye la Escuela de Cerámica y el Cementerio de los Héroes del 2 de mayo (2ª Parada). Y la tercera se centró sobre lo que fue el Cuartel de la Montaña, donde hoy está el Templo de Debod (5ª Parada), y que también alberga la Rosaleda (3ª Parada).

2ª PARADA: El Cementerio de la Florida (ver la ilustración)
   La segunda fase del parque, construida en paralelo al paseo de Rosales, desde el paseo de Camoens hacia las vías del tren, donde estaban situadas unas escombreras, terminó en 1914. En el mismo paseo, se instalaron quioscos de refrescos y otro de música - ya desaparecido-, en la esquina con la calle Marqués de Urquijo, donde se podía escuchar a la banda municipal, que recaudaba fondos para los asilos cercanos de San Bernardino y Santa Catalina, y un cinematógrafo, El Cinema Azul, que además de proyecciones realizaba fiestas infantiles y populares  durante los meses de verano.

   Esta segunda zona también incluyó al Cementerio de los Héroes de Mayo o de la Florida, que había pasado de ser el antiguo camposanto del personal de servicio del Palacio Real a albergar, hasta hoy, los restos de los fusilados en la madrugada del tres de mayo de 1808 por las tropas francesas. El cementerio, que solo está abierto los días 02 y 03 de mayo, es un recinto de reducidas dimensiones, rodeado por un muro de mampostería, con dos hileras de cipreses, una pequeña capilla y una columna conmemorativa de su fecha de creación, 1796, y de los enterramientos de los fusilados. Los restos de los héroes están en dos cajones de plomo y cinc, situados en una cripta, bajo una pequeña capilla y una reproducción en azulejos (que se ve desde el exterior) del cuadro los Fusilamientos, que realizó Francisco de Goya.

   En 1914, ya casi terminado el proceso de ampliación de la segunda zona del parque, se instaló en unos terrenos, especialmente cedidos para ello, la Escuela de Cerámica de Don Francisco Alcántara, que desde 1911 había estado funcionando en unos locales en la cercana calle de Fernando El Católico, que pertenecían al Asilo de San Bernardino. El actual edificio es fruto de una restauración efectuada en 1940, ya que durante la contienda (in)civil fue prácticamente destruida.

3ª PARADA: La Rosaleda (en la ilustración)
   Entre los años 1956 y 1973, se realizaron distintas obras en el Parque del Oeste, que culminaron con la ampliación de su tercera zona, y se construyó la Rosaleda, en una zona de suave relieve, llamada La Llana, que ocupa unos 18.000 metros cuadrados. Se trata de un bello jardín de estilo clásico, creado por Ramón Ortiz -al que se le dedicó una placa nombrándole Jardinero Mayor del recinto en 1964, y especialmente diseñado para la exposición del concurso de rosas, en el que destaca una fuente monumental, realizada por Lucio Oñoro, con una escultura de Federico Coullaut Valera, inaugurada en 1958.

   El Concurso internacional de Rosas Nuevas, al que se presentan variantes de rosales, que no hayan sido comercializados, es un proceso, que comienza dos años antes de que se elijan los ganadores, ya que es cuando los rosales se entregan a la Rosaleda para ser plantados. Durante este largo periodo, un jurado permanente evalúa los rosales, su crecimiento, su fortaleza y las rosas, que van dando, la persistencia de su color, y hasta, su perfume. Desde 1991, la Asociación Española de la Rosa organiza durante el mes de mayo una votación para que sean los propios madrileños los que escojan democráticamente la rosa más bella del año.

4ª PARADA: El Teleférico (ver la ilustración)
   El 20 de junio de 1969, se inauguró por lo alto (nunca mejor dicho) el Teleférico de Madrid. El funicular, construido por la empresa suiza Von-Roll, permite un paseo aéreo a 40 metros de altura, y cubre una distancia de más de 2 kilómetros, culminando así una antigua aspiración, que desde 1915 pretendía una obra semejante a los que funcionaban en San Sebastián y Bilbao. El Teleférico de Madrid comienza su recorrido en el denominado Balcón de Rosales, en el Paseo del Pintor Rosales, a una cota de 651 metros,  y sobrevuela el parque, la Rosaleda, la antigua Estación del Norte (actual Príncipe Pío), atraviesa el Manzanares, y ofrece espectaculares vistas de Madrid, terminando el recorrido en la Casa de Campo, donde se desliza silenciosamente sobre las copas de los castaños, encinas, sauces y fresnos.

5ª PARADA: El Templo de Debod (ver la ilustración)
   El Templo de Debod constituye la última importante instalación en el Parque del Oeste. Fruto de una donación del gobierno egipcio a Madrid, como compensación a la ayuda española para salvar los templos de Nubia a punto de quedar sumergidos por la creación de la presa de Asuán, el templo tiene una antigüedad de unos 2200 años, y posee importantes añadidos de la época romana. Después de viajar desde Valencia a través del puerto de Alejandría, y de barajar varias opciones, se instaló a duras penas en el lugar en el que estuvo el Cuartel de la Montaña, ya que su despiece se había efectuado diez años antes, y muchos de los bloques habían perdido la numeración o la tenían incorrecta. Y los arqueólogos se encontraron con un enorme puzle de piezas gigantescas sin planos ni croquis fiables para su montaje. Se conservó, eso sí, su orientación solar, y se realizó a su alrededor un estanque recordando su ubicación original a orillas del Nilo.

6ª PARADA: Los Monumento emblemáticos del Parque del Oeste
   Finalmente, el Parque del Oeste posee numerosos monumentos, muchos de ellos, dedicados a importantes personajes sudamericanos como Simón Bolívar, el general José San Martín, el general José Gervasio Artigas, el mariscal Andrés de Santa Cruz, José Ignacio Rivero, Miguel Hidalgo, Juan Montalvo, Eugenio María de Ostos, Eugenio Espejo, Bernardo O’Higgins o Juan Pablo Duarté y Díez (lo que quizá explique el hecho de que en el parque se reúnen grupos de hispanoamericanos, principalmente en fines de semana), pero también a otras personalidades internacionales como Paul P. Harris (el creador del Rotary Club) o españolas como por ejemplo la escritora Elena Fortún (ver la ilustración), Miguel Hernández (en la ilustración), el Doctor Federico Rubio y Galí, la infanta Doña Isabel la Chata, el maestro Quiroga o Sor Juana Inés de la Cruz.

   En cuanto a los monumentos que ya no están en el parque, hay que recordar el de Pablo Iglesias, inaugurado en mayo de 1936, que sufrió importantes desperfectos durante la contienda, y finalmente, fue demolido en 1947, aunque su cabeza, muy deteriorada, fue enterrada en el Parque de El Retiro por funcionarios municipales socialistas. En febrero de 1979 y gracias a los planos conservados del lugar del escondite, fue desenterrada y, en diciembre de 1982, se colocó en la entrada de la sede de la Comisión Ejecutiva del PSOE en la calle de Ferraz. Tampoco está ya la Fuente de la Fama, que se había trasladado al paseo de Camoens desde Antón Martín; ahora la sustituye la Fuente de Villanueva (ver la ilustración), que vino de la plaza en la estación del norte.

   En la actualidad, el Parque del Oeste, que cunple hoy 110 años, permanece siempre abierto, y sus entradas principales (la del Paseo de Moret, la del Puente de los Franceses, y las del Paseo de Rosales) invitan a descubrir sus laberínticos caminos y perderse entre sus centenarios árboles.

PD (nº1) curiosa: En sus orígenes, las quejas del público sobre el comportamiento de los guardas del parque -algunas de sus casetas se conservan aún aunque cerradas- fueron constantes, ya que obligaban a  los pasantes a enseñar lo que llevaban en sus bolsas porque estaba prohibido comer en él, e incluso, portar alimentos, algo habitual entre muchos de los que lo  atravesaban para ir a los merenderos de la Bombilla, situados en el actual paseo de La Florida.

PD (nº2) arbolada: Entre los árboles más característicos de los jardines, creados por Rodrigáñez, que tienen influencias de parques ingleses (sobre todo por sus lomas a distintas alturas) y orientales (principalmente en torno a la ría), destaca un cedro denominado “El Abuelo”, catalogado como árbol singular, dos ejemplares de Sophora "péndula", un majestuoso Ginko, las choperas de Populus Nigra y -como no- los Plátanos de su conocido paseo, donde se encuentra el Centro de Avifauna (un puesto de observación con paneles informativos donde contemplar diversas especies de aves como mirlos, petirrojos, herrerillos, mitos, lavanderas, pinzones, currucas, ruiseñores, verdecillos, picos gordos y reyezuelos, entre otros).

PD (nº3) bélica: También en esta zona, se encuentran los restos de 3 bunkers de la Guerra (in)Civil, que formaban parte de un conjunto de 20 fortines, realizados en hormigón con abundante piedra, de dos alturas y acceso trasero dotados con dos troneras cada uno, que se utilizaron por parte del bando nacional para la defensa del parque, escenario de la Batalla de la Ciudad Universitaria. El más impresionante, considerado el de mayor altura de todos los existentes en la comunidad de Madrid, es el que se encuentra situado junto al comedero de aves.

                                      (De Amelia Alas, el 03 de septiembre de 2015)

Referencias útiles:
RUTA POR EL PARQUE DEL OESTE
Paseo de Moret, 2
28008 Madrid
M Moncloa
915 489 512

Fuentes:
- “Cronología del proyecto y desarrollo de la construcción del Parque del Oeste y su ampliación”, del blog Paseo por Madrid, sin fecha ni autor;
- “Itinerario para un completo paseo por el Parque del Oeste”, del blog Paseo por Madrid, sin fecha ni autor (1);
- “El Parque del Oeste”, del blog Disfrutando de Madrid, sin fecha ni autor;
- “Celedonio”, de Moncho Alpuente para ElPais.com, 23.VI.1999;
- “Parque del Oeste (Parte I)”, de Isabel para el blog Paisaje Libre, 13.V.2013;

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