“Dejemos que el futuro diga la verdad y juzguemos a cada uno según sus logros y sus objetivos. El presente es de ustedes, pero el futuro, por el que tanto he trabajado, me pertenece”.

   La figura de un romántico, enjuto y misterioso Nikola Tesla (1856-1943) se hace presente estos días en el Espacio Fundación Telefónica. Tesla, el gran olvidado, el inventor, el científico, el físico, el ingeniero, el de los rayos... Nadie como Tesla supo predecir el futuro, un futuro por el que trabajó sin descanso y en el que supo visualizar mucho de lo que hoy casi ni nosotros nos podemos creer. Incluso parece haber consenso en que, gracias a sus investigaciones, experimentos, inventos y vaticinios, la electricidad ha tomado los derroteros que hoy en día conocemos.
     

   Nikola Tesla nació en el pueblo de Smiljan (actual Croacia) el 10 de julio de 1856. Con 24 años, después de estudiar ingeniería eléctrica en la Universidad de Graz (Austría), el que posteriormente emigraría a EE.UU. y sería nacionalizado estadounidense, se trasladó a París en 1882 para trabajar en una de las empresas de Thomas Alva Edison. Gracias a una intensa carta de recomendación de su empleador, el ingeniero eléctrico cruzó el charco y se instaló en Nueva York para trabajar junto al famoso físico, pero la relación no acabó bien. Según la biografía de Tesla, aunque con su trabajo mejoró y arregló varios de los motores de Edison, su jefe no le dio la compensación económica ni el reconocimiento pactado, razón por la que se vio en las calles neoyorkinas solo y sin trabajo. Entonces, no le quedó otra a Tesla que buscarse la vida para poder quedarse en la tierra del Tío Sam.

   Entre sus propios proyectos y sus trabajos meramente alimenticios, su vida estuvo llena de sinsabores y decepciones. Es verdad que hubo un tiempo en el que fue un científico famoso cuya reputación rivalizaba con cualquiera de los demás inventores que pasaron a la historia, pero debido a su carácter excéntrico y sus ideas aparentemente locas y sin sentido fue poco a poco condenado al ostracismo... Descubrimientos no reconocidos, empresas que quiebran, peleas con Edison y Marconi, trabajos muy por debajo de su valía intelectual, experimentos grandiosos... finalmente acabó solo, arruinado, viejo y demacrado dando de comer a las palomas de los parques de Nueva York. Se cree que murió a los 86 años como una sombra de lo que fue.

   Sin embargo, con el tiempo, su locura, sus visiones y los momentos extraños que marcaron su vida le han convertido en un personaje icónico en la cultura popular, ocupando espacios en libros, videojuegos, películas, canciones, series, comics... Por esta razón, más que centrarse en la figura del físico y en su producción e inventos, la muestra del Espacio de la Fundación Telefónica, comisariada por Miguel A. Delgado y María Santoyo, se hace eco de la repercusión que sus trabajos han tenido en diversos artistas, científicos, internautas, museos, empresas y entidades del mundo de la última década. Tesla, quien fuera denostado por su generación posterior, una generación en pleno proceso industrial que desconfiaba de aquel que diciendo que había inventado muchas cosas no se hubiera hecho rico, ha sido recuperado en los primeros años del siglo XXI, con absoluta pasión y admiración, por otra generación fascinada por esa persona romántica, ese antihéroe misterioso y maldito, haciendo de él un personaje de culto pop.

   No encontraréis ahí una explicación detallada de sus patentes y sus estudios; pero sí un paseo por el imperio austrohúngaro y, de ahí, un salto hacia el agitadísimo Nueva York del siglo XIX. Un adentrarse en la figura de Tesla a través de sus objetos personales y cotidianos, y de sus propias palabras, llenas de lucidez y predicciones. La muestra pretende presentar a un Nikola Tesla en sus diferentes rostros: el visionario, el seductor extraño, el científico testarudo, el loco y el genio y, sobre todo, su influencia en los diferentes ámbitos artísticos presentes.

   “Nikola Tesla, suyo es el futuro” es una exposición perfecta para ir con niños. Tiene todo lo que les pueda atraer e inspirar: instalaciones, inventos, arte pop, video, y un gran Tesla, un hombre que dijo que descubrió la electricidad siendo niño acariciando a su gato y que dedicó los siguientes 80 años de su vida a averiguar qué maravillas se ocultaban tras esas chispas como elemento articulador que quizá les anime a curiosear sobre la ciencia y el arte.

                                        (De María Glück, el 14 de enero de 2015)

Referencias útiles:
NiKOLA TESLA, SUYO ES EL FUTURO

¿CUÁNDO? De Martes a Domingo, de 10h a 20h, hasta el Domingo 15 de febrero de 2015.

¿QUÉ? La exposición se completa con la Teslapedia (en la ilustración), editada por Turner, que incorpora una app de realidad aumentada y gratuita, desarrollada por un equipo especializado de la Universidad Politécnica de Valencia, que se encuentra disponible en AppStore y Google Play (Android). Finalmente, numerosas actividades paralelas están previstas:

- J 15 de enero de 2015, a las 19h30: “En la cabeza de Tesla (Nikola Tesla genio y figura)”: Pieza de microteatro, escrita y musicada por Víctor Coyote;

- S 17 de enero de 2015, de 11h a 13h: Taller “Conecta Tesla” para familias: visita guiada interactiva;

- D 18 de enero de 2015, de 12h a 13h: “Fallo de sistema”: Programa de Radio3, emitido desde el auditorio del Espacio Fundación Telefónica, dedicado a Nikola Tesla;

- D 01 de febrero de 2015, de 10h a 14h: “La Vida secreta de Nikola Tesla”: Taller de creación de videojuegos para adolescentes de 13 a 17 años;

- M 03 de febrero de 2015: “Luces y Sombras de Tesla”: Mesa redonda sobre los “testalianos” y sus detractores.

¿DÓNDE? En Espacio Fundación Telefónica (también en Facebook y Twitter)
Calle de Fuencarral, 3
28004 Madrid
915 808 700
M Gran Vía

¿CUÁNTO? Entrada gratuita.

PD: Ilustración de Nikola Tesla by Greg Joens (también en Facebook y Twitter).

[Volver a Mi Petit Pinacoteca, Callejero o Blogosfera]