Una de las mayores preocupaciones de padres y madres es saber que sus hijos son y serán felices. La felicidad, tanto como fin como medio, nos condiciona para tomar una u otra decisión. “Que sea lo que quiera, pero que sea feliz” puede que sea la frase más escuchada en boca de los progenitores de medio mundo, que quieren aportarles un entorno en el que se sientan seguros, acompañados, queridos y estimulados, para fomentar la seguridad en sí mismos, los vínculos emocionales, las inquietudes, el pensamiento crítico... Precisamente en eso estaban pensando Irene Salazar y María Gabeiras (retratadas aquí de izquierda a derecha) cuando, a mediados de 2015, decidieron dar forma a su proyecto de club familiar Casa de Fieras.

   Las dos amigas, psicólogas y madres, comenzaron a sentir un especial interés por la parte emocional de los niños cuando se vieron inmersas en su propia maternidad y, movidas por esa energía que otorgan los nuevos proyectos, visualizaron con claridad cómo sería el lugar ideal donde educar y criar a los más pequeños durante sus primeros años de vida, pegando post-it con todos los conceptos que debía contemplar su proyecto infantil: creatividad, emociones, igualdad, solidaridad, comunidad... Y después de organizar, colocar y recolocar los papelitos, el resultado fue fascinante: se dieron cuenta de que habían llegado, sin saberlo, a la filosofía educativa de Reggio Emilia, una pedagogía que comenzó después de la Segunda Guerra Mundial en el pueblo italiano que le da su nombre, en la que prima el sentimiento de comunidad y que se basa en el respeto a la infancia trabajando entre todos por el desarrollo de un pensamiento crítico, por el reconocimiento de las emociones y por el respeto a la forma individual de ver e interpretar el mundo.

   Ahora Irene y María tenían que encontrar un espacio donde poder desarrollar su proyecto. Tenían claro que sería en el centro de Madrid, cerca de la gran oferta cultural que ofrece la Villa. Y después de una intensa búsqueda por distintos barrios, dieron con un viejo y enorme almacén del barrio Salamanca, donde una señora tenía guardados sus espléndidos muebles de familia. El local era el perfecto: techos altos, luz natural, un montón de metros cuadrados para que las fieras pudieran corretear... Se enamoraron de inmediato y, con la inestimable ayuda de Plantea Arquitectura, se hizo realidad e incluso mejoró el planteamiento inicial, tanto de las aulas como la zona de juegos, que alberga una preciosa casa del árbol, una red para moverse por las alturas y un fantástico tobogán que sale del techo.

   Desde entonces, Casa de Fieras es un club familiar sustentado por tres patas: la madriguera, una escuelita para niños de entre 15 meses y 4 años; la leonera, un lugar para realizar talleres, juegos y celebraciones de cumpleaños; y finalmente -o inicialmente, pues se encuentra justo al cruzar la puerta-, la tienda, con una pequeña y excelente selección de juguetes en los que la diferenciación por géneros no es una opción.

   Tanto a María como a Irene les gusta jugar con el lenguaje, el nombre de Casa De Fieras puede recordar al antiguo zoo, que hace años se instalaba el parque del Retiro, pero también a la forma cariñosa con la que se llamaba a los niños antes de que lo políticamente correcto se adueñara de casi todas las palabras. Las dos psicólogas ven en las fieras a un símil perfecto para referirse a los más pequeños, fuertes y salvajes... De ahí también, el nombre de La Leonera, el espacio que acoge diferentes actividades artísticas mediante las que se busca el desarrollo emocional y creativo a través del arte, pero no sólo haciendo partícipes a los niños, sino también a sus padres, a quienes no se les da un papel simplemente de acompañante pasivo.

   Casa de Fieras pretende ser lugar en el que unos no tengan que desconectarse de otros. Mientras los niños tienen un montón de actividades para crecer emocional y afectivamente (como talleres de yoga, teatro y música), los padres encuentran un espacio donde exponer sus preocupaciones u opiniones sobre la crianza, el apego o cualquier tema que quieran compartir sobre la paternidad y la maternidad, en un ambiente amable y afín. En cuanto a la escuelita La Madriguera, sigue la filosofía de Reggio Emilia. Los niños no son separados por edades: los más pequeños aprenden de los mayores, que a su vez entienden que tienen que ayudar a los más pequeños, para afianzar la idea de comunidad, y en cada aula, los niños están acompañados de una profesora y de una psicóloga.

   ¿List@ para sacar la fiera que llevas dentro?

                                         (De María Glück, el 30 de noviembre de 2016)

Referencias útiles:
CLUB FAMiLiAR CASA DE FiERAS (en la ilustración)
Calle de Castelló, 70B
28001 Madrid
913 776 444
M Lista / Núñez de Balboa

Horarios:
- Guardería: de Lunes a Viernes, de 9h a 16h;
- Tienda y Talleres: de Lunes a Sábado, de 10h a 14h y de 16h a 20h.

Para seguir los pasos pedagógicos y (re)creativos de CASA DE FiERAS, conéctate a su web y su Facebook.

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