Madrid, como villa histórica que es, guarda secretos oscuros e historias misteriosas… y seguro que cantidad de anécdotas tétricas que no llegaremos a conocer jamás. He aquí una ruta con lugares y anécdotas conocidas, o no tanto, pero variadas...

(1) Comenzamos la ruta fuera de la ciudad, en el Puerto de Somosierra, en el punto kilométrico 95 de la carretera (ver la ilustración), camino a Segovia, en el que un fatídico 25 junio de 1986, un camión volcaba sobre el asfalto… En aquel preciso instante daría comienzo el que la interpol denominaría “el caso de desaparición más extraño de Europa”. En un camión, circulaban un hombre, una mujer y su hijo de 10 años, Juan Pedro Martínez, hoy conocido como “El niño de Somosierra”. El camión volcó, con una carga de 20.000 litros de ácido sulfúrico; y los cadáveres del matrimonio aparecieron desfigurados por el contenido corrosivo de la cisterna. Sin embargo, no quedó ningún rastro del niño. Nada que pudiera dar una pista sobre lo ocurrido. Se inspeccionó al detalle la zona; se determinó que el ácido no podía corroer huesos ni ciertos componentes de la ropa… ¿Qué había pasado con Juan Pedro? A día de hoy, 29 años después de los hechos, sigue siendo un misterio. Hay teorías que apuntan a un secuestro, visto lo visto, el desenlace más creíble de esta historia.

(2) Si entramos a Madrid desde Ciudad Universitaria, podemos parar en la Facultad de Medicina, donde destaca una de las leyendas urbanas más tétricas de nuestra ciudad. Entre los cadáveres que allí reposan, hay uno momificado que se guardó con una etiqueta que decía “543 Momia de la hija del doctor Velasco”. Las crónicas de la época cuentan como el citado doctor Pedro González de Velasco (retratado aquí y que da nombre a una calle aledaña a la Ronda de Atocha) enloqueció tras la muerte de su hija Concha, de 15 años, enferma de tifus.

   Embalsamó el cadáver, lo mandó vestir y peinar; e hizo que luciera portentosas joyas. Se decía que la sentaba a la mesa, la paseaba en su carruaje (estamos hablando del siglo XIX), y la trataba como si estuviera viva para purgar su culpa al no haber podido sanarla. De nada servían las súplicas de su mujer y sus amigos. Hasta instaló una capilla en honor a Conchita Velasco, en su casa-pinacoteca neoclásica, llena de piezas antropológicas que, desde 1875 (*), alberga el Museo Nacional de Antropología (en la ilustración). Cuando empezó a pasear con ella por el Retiro, alguien tomó cartas en el asunto, y al fin, consiguieron que se diera sepultura a la joven. ¿Entonces? ¿Quién es la momia de la facultad de Medicina? Al parecer una joven muerta por tisis pulmonar que nada tiene que ver con la hija del doctor Velasco, salvo el nombre que alguien etiquetó macabramente en el cadáver. La rumorología estudiantil ha convertido a ésta en una de las más conocidas leyendas urbanas de nuestra ciudad. Y en efecto, tiene un poso de verdad bastante sórdido…

(3) Nos adentramos entonces a la zona del hipsterismo capitalino, que nadie llama Triball, y que es la Malasaña profunda. Concretamente la esquina de la calle Pez con San Roque. En la esquina (coronada por una tienda de complementos del hogar), frente al emblemático Palentino, hay un convento todavía hoy habitado, el de San Plácido, donde han sucedido todo tipo de hechos que rozan lo paranormal. Asesinatos, supuestas novicias ejerciendo la prostitución y hasta exorcismos. En la acera de enfrente, el edificio que hace esquina, estuvo habitado en su última planta por los Modlin (retratados aquí), una familia ciertamente extraña que se dio a conocer hace relativamente poco gracias a un libro, de Paco Gómez, que glosa sus querencias artísticas, su extraño culto a la muerte y su silencioso final. Sin duda esta esquina del centro de Madrid, está cargada de energías extrañas, que probablemente perduran hasta nuestros días. Es uno de esos lugares de alta carga esotérica.

(4) Apenas unas calles más arriba, en Puebla con Valverde, se encuentra otro convento; este algo más tranquilo en lo que a su historia se refiere. Se trata del Convento de Mercedarias Descalzas de San Juan de Alarcón (ver la ilustración). Allí hay un misterio desde el punto de vista racional, o un milagro desde la óptica religiosa. Se trata del cuerpo incorrupto de la beata Mariana de Jesús, una de tantas muestras del misticismo español y su culto. Cada 17 de abril, exponen el cuerpo de la santa, para deleite de creyentes y curiosos. Aunque vivo a escasos metros del lugar, no he ido a comprobar el estado del cadáver todavía; ni a corroborar el aroma a manzana que dicen que emana.

(5) De Malasaña, pasamos a Chueca en un breve paseo de no más de 5 minutos. En una de las plazas más recoletas del barrio, la Plaza del Rey, se encuentra la Casa de las 7 chimeneas (ver la ilustración), un precioso edificio de ladrillo que hoy forma parte del Ministerio de cultura. Se dice que cada chimenea representa uno de los pecados capitales, y que fue mandada construir por un noble para habitarla con su mujer en pleno siglo XVI. Fue en el XIX cuando se encontró entre sus muros el cadáver de una joven, Elena, al parecer amante de Felipe II y esposa de un capitán que pereció en Flandes, luchando en la batalla de San Quintín. Cuenta la leyenda que Elena apareció muerta en la cama, sin que nadie supiera por qué. Su propio padre se suicidó también en la casa. Hay quien ha visto vagar por allí a un fantasma: una mujer joven que se pasea en camisón ciertas noches. Esta es una de las leyendas más conocidas de Madrid. Tanto es así, que es una de las paradas de muchos recorridos a pie sobre nuestra ciudad; y es más habitual escuchar a los guías contar la historia en la plaza, que toparse con el fantasma de Elena.

(6) Continuamos por la calle Alcalá hasta la Plaza de Cibeles, donde se encuentra el Banco de España, el Ayuntamiento de Madrid, una zona dedicada a servicios y viviendas militares, y la recoleta Casa de América, sita en el Palacio de Linares (ver la ilustración), un edificio relativamente pequeño, pero también muy conocido por sus  famosas psicofonías. En mayo de 1990, se dieron a conocer terroríficas grabaciones en las que se oían diferentes voces, entre ellas una infantil que se lamentaba “Yo no tengo mamá”. Al parecer allí habitaron los Marqueses de Linares, acaudalados y con un heredero que se enamoró de una cigarrera de Lavapiés.  Cuando el joven quedó huérfano, se casó con su amada, aunque al poco se dio cuenta de algo terrible: eran hermanos de padre. La pareja acudió al papa Pío IX, que les otorgó una bula llamada «Casti convivere», es decir, vivir juntos pero en castidad. Demasiado tarde: Ya habían engendrado una hija, Raimunda, que según dice la leyenda fue ahogada, y tal vez, emparedada en el lugar por sus propios padres. Toda esta historia sería perfecta como ejemplo de misterio y terror, pero el fraude planea sobre las psicofonías, empañando los fenómenos paranormales que al parecer continúan dándose en el edificio. Una lástima.

(7) De la Plaza de Cibeles se llega a cualquier parte (de hecho, de allí sale el bus del aeropuerto y los autobuses nocturnos), pero ahora vamos al metro: a la parada de Tirso de Molina (ex Estación del Progreso), donde sucedió una de las historias más chungas que nos pueden suceder o que podemos siquiera imaginar. Una chica en el vagón de metro, percibe que los únicos pasajeros que hay con ella, dos hombres y una mujer, tienen la mirada inerte clavada en ella. Algo extraño flota en el ambiente. Finalmente, un hombre que sube en el mismo vagón, se apea con ella y le anuncia que es médium, y ha percibido que la mujer acompañada de dos varones está muerta.

   Además, cuando se construyó dicha parada de metro (ver la ilustración) sobre el antiguo Convento de la Merced (donde vivió el autor de El Burlador de Sevilla, que hoy da su nombre a la estación), no se supo qué hacer con los cadáveres de los monjes, que reposaban en él. Desde entonces, se dice, se comenta, se rumorea que sus almas en pena vagan por la estación, y que, entre el ruido de los convoyes y la gente, se oyen los lamentos de los religiosos, que no consiguen vivir en paz. El próximo domingo que usted vaya al Rastro, fíjese con atención en la parada de Tirso de Molina… ¿Verdad que hay algo tétrico en ella?

                                                  (De Diana Aller, el 17 de junio de 2015)

Referencias útiles:
(1) El Niño de Somosierra
- “Juan Pedro, ¿dónde se borró tu rastro?”, de Ricardo Fernández para laverdad.es, 28.VIII.2011;
- “¿Un niño perdido en la sierra o diluido en un mar de ácido sulfúrico?”, de Herraiz & Alsedo para ElMundo.es, 28.VI.2014;

(2) Facultad de Medicina de la UCM
Plaza de Ramón y Cajal, s/n
28040 Madrid
913 941 325
M Ciudad Universitaria / Metropolitano

Museo Nacional de Antropología (también en Facebook)
Calle de Alfonso XII, 68
28014 Madrid
915 306 418
M / C Atocha

Horario:
- De Martes a Sábado: de 9h30 a 21h;
- Los Domingos y Festivos: de 10h a 15h.

Precios:
- Entrada general: 3 euros;
- Entrada reducida: 1,50 euros;
- Entrada gratuita: los Sábados a partir de las 14h;
- Tarjeta anual del MNA: 25 euros.

(3) Los Modlin (también en Facebook y Twitter) by Paco Gómez
- “La Quimera de los Modlin”, de David Ortega para la Revista Cactus, 09.III.2014;
- “La Aventura del Saber”, del 09.III.2015.

(4) Convento de Mercedarias Descalzas de San Juan de Alarcón
Calle de la Puebla, 1
28004 Madrid
915 224 615
M Tribunal

Horarios:
- Visitas: los Miércoles, de 11h a 13h;
- Misa: el 17 de cada mes, a las 20h.

(5) Casa de las 7 Chimeneas
Plaza del Rey, 1
28004 Madrid
M Banco de España

(6) Palacio de Linares
En Casa de América (también en Facebook y Twitter)
Paseo de Recoletos, 2
28014 Madrid
915 954 800
M Banco de España (L2)

Horario de las Visitas guiadas: los Sábados y Domingos: a las 11h, 12h y 13h.

Precios: Entrada general: 8 euros; con descuento: 5 euros (mayores de 65 años, socios de Cedro, estudiantes menores de 25 años, discapacitados parciales y desempleados); y gratuita para los menores de 12 años y discapacitados totales. Para comprar las entradas, puedes llamar al 902 221 424 o ir al Punto de información de Casa de América, de lunes a viernes, desde las 9h hasta las 20h.

(7) Parada Tirso de Molina
En el Metro de Madrid (también en Facebook y Twitter)
L 1

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