La catalana Rus Ansón, de 33 años, y el sevillano Antonio Gavilán, de 34 (retratados aquí), se engancharon a la comida saludable durante su estancia en California. Ella, fotógrafa publicitaria, recibió una beca que la llevó a Los Ángeles, y él, ingeniero especializado en energía solar, no se lo pensó, y la siguió. Durante casi una década disfrutaron de sus trabajos, del sol, de la playa, y sobre todo, de unos desayunos imponentes servidos en bol y cargados de sabor y energía. Era el Bowl food, un concepto muy habitual en el mundo anglosajón pero que, al regresar a Madrid, no lograron encontrar. Con la morriña de aquellos nutritivos y riquísimos platos (que según cuentan las malas lenguas llegó al límite tras una noche de excesos que les pedía saciarse, eso sí de forma saludable), decidieron poner en marcha en paralelo a sus trabajos, un local donde ofrecer su visión sana y revisitada de los platos combinados. ¡Bienvenid@s a Abolea!

   Abrieron en septiembre de 2017 en un local íntimo, acogedor y lleno de la luz que les cargaba las pilas en Venice Beach, con la intención de ofrecer un lugar lleno de calma donde poder desayunar a cualquier hora del día sus desayunos contundentes… o boles que combinan la proteína animal o vegetal (pollo, salmón, atún o tofu), con cereales (cuscús, arroz, quínoa o bulgur), grasas saludables, verdura y alguna salsa o topping como pipas o frutos secos para quien quiera.

   Su pensada combinación es la base de cualquier dieta equilibrada, y aunque no son veganos ni vegetarianos, siempre tienen opciones para ellos así como para los celíacos. Una comida nada pretenciosa en la que cuidan la calidad de una materia prima que, en la medida de lo posible, es ecológica y de proximidad, como la carne de Cuerda Larga o sus quesos ambos de la Sierra de Miraflores, el café de los tostadores vallisoletanos Puchero Coffee Roasters, la leche fresca de Priégola, o las verduras y brotes de La Huerta de las Flores.

   Para lograrlo, invirtieron y siguen invirtiendo mucho tiempo en investigar, viajar para conocer a los pequeños productores y probar. Y aún siendo nuevos en la materia saben bien lo que quieren, y ellos solos diseñan cada plato, cada combinación de boles, e incluso un menú del día que incluye bebida + crema del día + bol + café por 12,90 euros. Sus ya famosos boles suelen tener 6 combinaciones que cambian según el producto de temporada. Y aunque arrancaron con la posibilidad de que cada comensal pudiera crear su propia combinación, con el tiempo se dieron cuenta de que eran muy pocos los que innovaban o si lo hacían, eran mezclas, hay que decirlo, muy poco acertadas.

   En otras palabras, son boles nutritivos, saciantes y atractivos en los que cuidan el sabor pero también una buena imagen, cargada de color y texturas, y que los ha convertido en los reyes del instagram, que en algo se tiene que notar la mano experta de Rus. Y por si alguien duda, lo de usar como recipiente un bol no es tan superficial como pueda parecer, pues hay expertos que aseguran que su tamaño, igual que la presentación o el uso o no de cubiertos, limita las cantidades que consumimos.

   Finalmente, más allá de este plato, también hay tostadas, bizcochos, zumos o batidos caseros, que piden sobre todo mujeres, su principal clientela (que ronda entre los 18 y los 50 años). Aunque también los hay mayores y vecinos del barrio, como Elena, una habitual que ya les ha conquistado y que acude tres veces a la semana, siempre fiel al mismo bol, y que mientras espera, se dedica a cuidar las muchas plantas que adornan Abolea, regándolas e incluso quitándoles el polvo con un trapito.

   Ella es uno de los comensales que entraron escépticos y salieron encantados. Pues aquí funciona sobre todo el boca a boca, que atrae a nuevos amantes del bol en una calle que aún siendo céntrica de Chamberí, está alejada del bullicio y el paso constante de gente, lo que permite a sus ventanales a la calle, que en verano se abren a modo de terraza cubierta, dar la bienvenida a un sol, que recuerda a su añorada época en California.

PD: El nombre de Abolea le vino a la cabeza a Antonio mientras corría por los Jardines de Sabatini. Estaba pensando en boles, y le vino la expresión "a voleo", que derivó en "aboleo" y luego, por una cuestión sonora, en "Abolea".

                                          (De Lidia Martín, el 01 de junio de 2018)

Referencias útiles:
ABOLEA (en la ilustración)
Calle de Sandoval, 12
28010 Madrid
917 273 245
M San Bernardo / Bilbao

Horario:
- Los Martes y Miércoles: de 11h a 17h;
- Los Jueves y Viernes: de 11h a 17h y de 20h30 hasta medianoche;
- Los Sábados: de 10h a 17h30 y de 20h30 hasta medianoche;
- Los Domingos: de 10h a 17h30.

Para seguir los pasos (re)creativos de ABOLEA, conéctate a su web, su Instagram y su Facebook.

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