Mi PETiT MERCADO - Mi Petit Madrid * - Mi PETiT MERCADO (nº1) DE ANTÓN MARTíN

Mi PETiT MERCADO (nº1) DE ANTÓN MARTíN

Contra todo pronóstico, el Mercado Municipal de Antón Martín, en el céntrico barrio de Embajadores-Lavapiés (y no de San Antón, en Chueca), situado a una acera de distancia del barrio de Las Letras y de espaldas a la calle de Atocha, rodeado de santas calles (las de Isabel y de Clara) y abrazado a la Parroquia de San Salvador y San Nicolás, no debe su nombre a un santo, como muchos mercados madrileños, ni al barrio en el que se ubica, sino a un médico español, de origen conquense, del siglo XVI. La historia de este denominado “Héroe de la Caridad”, ignorado por la profesión médica, pero omnipresente en la toponimia madrileña (Antón Martín da también su nombre a una plaza y a una estación de metro), constituye el punto de partida perfecto para conocer mejor al mercado de color rosa que, hoy en día, se codea con la Filmoteca Española, a su derecha, y la librería alternativa La Fugitiva, a su izquierda, al amparo del “Amor de Dios”, la prestigiosa escuela de baile flamenco, en su tercera y última planta.

Cuando nació Antón Martín en el pueblecito de Mira, el 25 de marzo de 1500, fruto del estricto amor de dios entre Pedro de Aragón y de Elvira Martín, nada ni nadie hubiera podido predecir que el muchacho, destinado a ser campesino, se convertiría en un personaje religioso histórico. La muerte accidental de su padre y, más tarde, el asesinato de su hermano le enseñaron al joven huérfano el camino de la emancipación -al rechazar la elección de su madre de volver a casarse, Antón se hizo militar en Valencia- y del perdón -al escuchar un sermón predicado por (San) Juan de Dios, por las calles de Granada, nuestra bala y alma perdida pidió la conmutación de la pena de muerte del asesino de su propia sangre-. Evidentemente, Antón se convirtió al cristianismo al minuto y, al poco tiempo, en el discípulo predilecto del futuro beatificado y canonizado, se entregó a los pobres y a los enfermos como su maestro y empezó a trabajar en el primer Hospital que la (futura) Orden Hospitalaria de San Juan de Dios había construido en la capital granadina.

Sin intención de quitarle mérito a nadie, es importante recordar que, tras la Reconquista y la expulsión de los judíos, ordenada por los Reyes Católicos, en 1492, y efectiva, a principios del siglo XVI, España se quedó sin médicos cualificados y la cirugía, condenada por Roma, pasó a manos de expertos charlatanes y barberos. Poco a poco, la obra caritativa y de asistencia médica de San Juan de Dios consiguió ocupar el “nicho de mercado” dejado vacío gracias a las limosnas de los fieles y las donaciones de los Reyes. Entonces, cuando, al morirse Juan de Dios, en 1550, Antón Martín, como digno heredero espiritual al mando de los “Padres Hospitalarios”, decidió instalarse en la todavía pequeña Villa casi sin Corte de Carlos I (1516-1556), para fundar el primer hospital de la Orden... sin Juan, en 1552, don Fernando de Zamora no dudó ni un segundo en cederle a la Orden caritativa uno de sus terrenos... más concretamente, un solar de la calle de Atocha...

Rápidamente, el Hospital, construido al lado de una iglesia (en la que se fundaría, como no, la Congregación del Cristo de la Salud) y hermanado con el Convento de Nuestra Señora del Amor de Dios que daría su nombre oficial al hospital de Antón (nada pirulero), se convirtió en un prestigioso centro de salud y de acogida -con escuela de cirugía incluida-... Pero su fundador no llegaría a verlo. Antón Martín falleció el 24 de diciembre de 1553 dejando en herencia su misión itinerante a sus discípulos y su nombre en el corazón de los madrileños. Durante más de tres siglos, el Hospital -rebautizado de San Antón- cumplió con su labor benéfica y médica hasta el cierre definitivo del edificio en ruinas, en 1897, y el consiguiente traslado de sus actividades al recién estrenado Hospital de San Juan de Dios, en la Ronda del Doctor Esquerdo.

Mientras tanto, en las bulliciosas calles del barrio, hacía tiempo que la fama de Antón Martín había traspasado los muros de “su” hospital para inscribirse en el callejero mental de sus vecinos con una fuente, una calle y una plaza epónimas. Encargada por Felipe V a Pedro de Ribera, para mejorar los suministros de agua de la zona, la denominada Fuente de la Fama fue popularmente rebautizada de “Antón Martín”, el mismo día de su inauguración, en 1732, en medio de la Plazuela del Mercado, también denominada de “Antón Martín”, donde los puestos ambulantes se aglutinaban hasta la calle de Santa Isabel, también llamada, en aquella época, como nuestro “pionero del voluntariado social” (según Fray José Luis Martínez). Entonces, cuando, después de la primera oleada de construcción de mercados, con modernas estructuras de hierro y cristal, a partir de 1868, en diferentes zonas de Madrid, para poner un poquito de orden en el sistema de abastecimiento de la capital, le llegó finalmente el turno al solar, dejado al descubierto por el derrumbe del vetusto Hospital de “Antón”, nadie buscó un nombre. El Mercado de Antón Martín se inauguró en 1941, siguiendo los planos encargados por el Ayuntamiento de Madrid de la Segunda República a Gonzalo Domínguez Espúñez, antes de la Guerra Civil, en 1933.

Finalmente, a finales de los 80, la proliferación de los centros comerciales cambió nuestro ritmo de vida y hábito de compra y todos los mercados municipales empezaron a sufrir la pérdida de clientela. Menos más que, poco a poco, tanto los vecinos como los comerciantes buscaron alternativas para revitalizar la actividad y la vida de barrio. Por ejemplo, en el caso del Mercado tradicional de Antón Martín, que siempre ocupó un lugar privilegiado en el corazón de los madrileños, cuenta, hoy en día, gracias a la ayuda de la plataforma Vivero de iniciativas Ciudadanas (ViC), con más de 60 comercios diferentes -desde fruterías y pescaderías a carnecerías y casquerías; desde herbolarios y vestuario flamenco a arreglos de ropa y calzado; desde barras de degustación y comida para llevar hasta Fanzinería-Cafetería y Carnicería-Galería de Fotografía- que han vuelto a conquistar la cesta de la compra de sus vecinos.

Referencias útiles:
MERCADO DE ANTÓN MARTíN
Calle de Santa Isabel, 5
28012, Madrid
913 690 620
M Antón Martín

Para seguir los pasos gastronómicos del MERCADO DE ANTÓN MARTíN, conéctate a su web, su Facebook y su Twitter.

PD nº1: También puedes consultar Mi Petit Franzine (nº1) sobre el Mercado de Antón Martín y las "foodencias" del momento, by Mi Petit Madrid y Teresa Pon la Mesa. Precio: 5 euros (gastos de envío incluidos) aquí.

PD nº2: Encontrarás la acuarela del Mercado de Antón Martín by Joaquín González Dorao en su web y en su Facebook Acuarelas de Viaje (tambien en Twitter).

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Referencias útiles:
MERCADO DE ANTÓN MARTíN
Calle de Santa Isabel, 5
28012, Madrid
913 690 620
M Antón Martín

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