Carla Lonzi (1931-1982) fue una historiadora del arte y militante feminista clave para el desarrollo de ese movimiento de liberación de la mujer en la Italia de los 70 y, por extensión, en el resto de Europa. Lejos de quedar obsoletos por el paso del tiempo, sus escritos adquieren a la luz de los acontecimientos actuales, una gran vigencia que ayuda a entender la situación de la mujer en la sociedad capitalista de hoy en día.

   La importancia del pensamiento de Lonzi es tan grande que la Fundación Entredós ha organizado el próximo Viernes 01 de diciembre de 2017, una jornada sobre su vida y su obra. Mientras tanto, he aquí (Mi Petit) Diccionario que repasa algunos de los hitos de su trayectoria.

AUTORRETRATO Publicado en 1969, Autorretrato es un libro fruto de las conversaciones de Carla Lonzi (en la ilustración) y una decena de artistas entre los que se encuentran los pintores Lucio Fontana (1968), Mimmo Rotella (1918-2006), Cy Twombly (1928-2011) y Enrico Castellani (1899-1930). El objetivo de la autora era tratar el tema de la subjetividad creativa y romper con conceptos patriarcales como la individualidad. Además, gracias a estas conversaciones y a su natural forma de transcribirlas, Lonzi consiguió plasmar detalles sobre obras de arte que habitualmente se pierden en las exposiciones.

BANOTTi, ELViRA Compañera de Carla Lonzi en el colectivo Rivolta Femminile, el nombre de Elvira Banotti (1933-2014) saltó a las páginas de los periódicos cuando, junto a otras militantes feministas, organizó lo que se llamó “El Tribunal 8 de marzo”, en el que se juzgaba simbólicamente a la Iglesia católica por haber creado la “teología de la violación” desde el momento que acepta y ensalza la fecundación de la Virgen contra su voluntad. La periodista y escritora romana fue juzgada por ofensas a la religión, proceso en el que se le pedía una pena de 6 meses de prisión. Finalmente, fue absuelta y, poco tiempo después, las ofensas contra la religión fueron eliminadas como tipo criminal del código penal italiano.

CRíTiCA La formación académica y la principal actividad profesional de Carla Lonzi era la de crítica de arte hasta que poco a poco fue decantando sus escritos y sus actividades hacia la militancia feminista. De hecho, sus trabajos sobre arte, como sus monografías sobre Seurat y El aduanero Rousseau, apenas son tenidos en consideración cuando se habla de su obra y su persona. No por malos, sino porque los otros son aún mejores.

DiARiO Durante 1972 y 1977, Lonzi llevó un diario en el que recopiló sus vivencias personales y su militancia feminista. Aunque para publicarlo cambió los nombres de los personajes, muchos de ellos son fácilmente reconocibles si se conoce la biografía de la autora, especialmente todo lo relacionado con su pareja, Pietro Consagra, sus compañeras en Rivolta Femmenile o la artista Carla Accardi de la que Lonzi era amiga y con la que cortará la relación cuando Accardi decidió no cambiar su arte o renunciar a él en nombre del feminismo.

ESCUPAMOS SOBRE HEGEL Se trata de uno de los textos más conocidos de Lonzi. En él la autora arremete contra el concepto de igualdad en la sociedad actual y, muy especialmente, contra los movimientos y filósofos marxistas que parecían haber pasado por alto que, desde el momento en que la mujer permanece en el ámbito privado ocupándose de la familia y las tareas domésticas, lo que están haciendo es perpetuar el sistema capitalista que supuestamente el marxismo pretende abolir. Una de las tesis que Lonzi desarrolló en Escupamos sobre Hegel (1974), es que los movimientos revolucionarios están impregnados de cultura patriarcal. Sin ir más lejos, habida cuenta de cómo Marx trataba a su mujer y a su hija, parece que el análisis es bastante acertado.

FLORENCiA Carla Lonzi nació en Florencia el 06 de marzo de 1931, en el seno una familia de clase media. Era la mayor de 5 hermanos y, desde muy pequeña, mostró sus ganas de independencia, hasta el punto de que nunca tomó como un drama los 3 años de internado que pasó cuando apenas tenía 9 años, sino que los recordaba como un momento muy feliz. Posteriormente, Lonzi regresó a Florencia, donde se matriculó en la Facultad de Letras de la ciudad.

GiOVANNA ZAPPERi La historiadora y critica del arte Giovanna Zapperi acaba de publicar Carla Lonzi. Un’arte della vita, libro en el que repasa la vida y la obra de la escritora feminista. En este trabajo, Zapperi aborda la figura de Lonzi desde un punto de vista más complejo que el de la mera biografía. Para ello, la autora recurre a cartas, escritos y documentos, muchos de los cuales no habían visto la luz hasta la fecha y que muestran, entre otras cosas, la transición de Lonzi desde el mundo del arte al de la militancia feminista. El volumen, publicado en Italia por Operaviva, puede adquirirse a través de la web Derive Approdi. Los que prefieran una biografía más convencional, tienen Vita di Carla Lonzi escrito por Marta Lonzi, hermana de Carla, y Anna Jaquinta en 1990. Lamentablemente, ninguno de los dos tienen traducción al castellano.

HEGEL Una de las más importantes aportaciones al desarrollo de la filosofía del filósofo alemán, Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831), es su concepto de la dialéctica, que sería posteriormente incorporado por Marx a sus escritos sobre el materialismo. Además de en las obras de Marx, la influencia de Hegel puede rastrearse, para bien o para mal, en las obras de Kierkegaard, Sartre, Bataille e incluso Adorno. Pues bien, a pesar de la importancia de Hegel para la historia del pensamiento moderno, Carla Lonzi escupe sobre él.

iGUALDAD Para la llamada corriente Feminismo de la diferencia, las mujeres deben luchar por la diferencia, que no es, por mucho que algunos lo piensen, el antónimo de igualdad. Según las pensadoras feministas, lo opuesto a igualdad es desigualdad, de manera que “diferencia” solo se refiere al hecho de que hombres y mujeres son diferentes y que las necesidades o formas de concebir el mundo también lo son. En palabras de Lonzi, “la igualdad entre los sexos es el ropaje con el que se disfraza hoy la inferioridad de la mujer”.

JiA RUSKAJA Nacida en Rusia en 1902, la bailarina, coreógrafa y profesora rusa, Jia Ruskaja (1902-1970), tuvo que abandonar su país a consecuencia de la Revolución de octubre de 1917. Acompañada de su padre, oficial del ejército del zar, llegó a Ginebra, ciudad en la que estudió medicina. En 1921 se mudó a Italia, donde contrajo matrimonio con Aldo Borelli, director de Corriere della Sera, y fundó una academia de danza en 1940. En los años 50, Carla Lonzi trabajó en la academia de Ruskaja como secretaria. En esa época, conoció a Mario Lena, con el que se casó en 1958 y de cuya relación nació su hijo Battista Lena. Apenas tres años después del nacimiento del niño, Lonzi decidió poner fin al matrimonio, institución que no consideraba equitativa para la mujer.

KOUNELLiS, JANNiS Aunque las primeras propuestas artísticas del artista griego, Jannis Kounellis (1936-2017), afincado en Italia y relacionado con el movimiento del arte povera, eran más ortodoxas, poco a poco se fue decantando por la apropiación de expresiones gráficas procedentes de entornos urbanos, como los grafitis, y el uso de materiales populares, como los papeles de periódico, todo ello antes de experimentar con las performances y las instalaciones con animales vivos. Kounellis, que falleció a principios de 2017, fue uno de los artistas elegidos por Lonzi para su libro Autorretrato.

LUCE iRiGARAY Nacida en Bélgica en 1930, pero naturalizada francesa, Luce Irigaray es una de las figuras más importantes del feminismo europeo contemporáneo. Junto a Carla Lonzi, Annie Leclerc y Victoria Sendón de León, es una de las teóricas del Feminismo de la diferencia, que defiende la diferenciación entre sexos para liberar a la mujer y evitar asumir el discurso patriarcal que emana de las relaciones con los hombres. Entre las obras más importantes de Irigaray, se encuentra Espéculo. De la otra mujer, un texto en el que entra en confrontación con Lacan y sus teorías que, si bien resultan muy brillantes en el campo psicoanalítico, suelen atufar bastante a patriarcado.

MUROS En julio de 1970, los muros de la ciudad de Roma aparecieron empapelados con carteles en los que se podía leer el Manifiesto de Rivolta Femminile. El texto se abría con una cita de Olympe de Gouges que se preguntaba: “¿Las mujeres estarán siempre divididas entre sí? ¿No formarán nunca un cuerpo único?”, y concluía con una contundente declaración de principios: “Solo nos comunicamos con mujeres”. Entre medias, había reflexiones como “La mujer no debe definirse en relación con el hombre”, “El hombre no es el modelo respecto al cual adecuar el proceso de autodescubrimiento por parte de la mujer”, “La virginidad, la castidad y la fidelidad no son virtudes, sino cadenas para construir y mantener la familia”, “Estamos en contra del matrimonio”, “Denunciamos la desnaturalización de una maternidad cuyo precio es la exclusión”, “La remuneración igualitaria es nuestro derecho, sin embargo nuestra opresión es otra cosa”, “¿Es suficiente la paridad laboral cuando tenemos ya sobre las espaldas oras de trabajo doméstico?” o “Escupimos sobre Hegel”.

NEUTRO Una de las reivindicaciones del feminismo de la diferencia es la adopción del género neutro. Solo de esta manera, eliminando las referencias sexuales en el lenguaje y en las relaciones, las mujeres podrán alcanzar la libertad, y se podrá construir una cultura que respete ambos sexos. Aunque estos planteamientos surgidos en los 60 y 70 del siglo XX se refieren a las relaciones entre hombres y mujeres, podrían ser perfectamente aplicables a nuevos géneros más allá del femenino o masculino.

OTTONE, ROSAi En 1958, Carla Lonzi le dedicó al pintor italiano vinculado al movimiento expresionista,  Ottone Rosai (1895-1957), un libro titulado Tres sagú su Ottine Rosai. También comienza con O la palabra Ottocento, término italiano para definir el siglo XIX y que fue el periodo artístico elegido por Lonzi para realizar su tesis doctoral, la cual llevaba por título “I rapporti tra la scena e le arti figurative dalla fine dell’Ottocento", algo así como "La relación entre el teatro y el arte figurativo de fines del XIX”.

PCi En 1954, Carla Lonzi se afilió al Partido Comunista Italiano. A pesar de que era la organización de izquierdas más importante del país en la época, Lonzi acabó abandonándola cuando comenzó a analizar sus planteamientos desde un punto de vista feminista, y comprobó que, en lo que se refiere a la mujer, los intelectuales comunistas eran tan opresores y reaccionarios como los capitalistas. Lo de la invasión de Checoslovaquia por la URSS en el 56 tampoco fue un punto a favor de los comunistas, todo sea dicho.

QUEER El movimiento Queer destinado a la liberación de los colectivos gays están relacionado con la lucha feminista y, especialmente, con el feminismo de separación. Como sostenía Carla Lonzi para las mujeres, los gays no debían buscar únicamente la igualdad con aquellos que los han oprimido durante siglos, sino tener autoconciencia de sí mismo y desarrollar un discurso propio alejado del relato patriarcal vigente.

RiVOLTA FEMMiNiLE Se trata del colectivo feminista fundado en Italia en 1970 por Carla Lonzi, Carla Accardi y Elvira Banotti. Sus acciones y textos son considerados la base sobre la que se asienta todo el movimiento feminista italiano de los años posteriores. Reivindicaban la libertad de la mujer y su emancipación de instituciones como el matrimonio, defendían el derecho al aborto pero, al mismo tiempo, cuestionaban esas formas de sexualidad basadas únicamente en la fecundación de la mujer. Además, plantearon una importante crítica al marxismo, al que acusaban de dejar fuera de sus planteamientos a la mitad de la población mundial: las mujeres.

SEPARATiSMO El Separatismo es una vertiente del movimiento feminista que defiende que hombres y mujeres no se relacionen entre sí. Según los defensores de esta tendencia, entre los que se encuentra Carla Lonzi, a pesar de la buena voluntad de los implicados, el resultado de esas relaciones es la sumisión de la mujer, puesto que las reglas que las rigen son machistas y derivadas de la estructura patriarcal. Esta separación sería, además, el primer paso para que las mujeres pudieran adquirir la autoconciencia de su identidad como mujeres.

TELEViSiÓN La Radio Televisión Italiana (RAi) produjo “Vuoti di memoria", una serie dedicada a la vida de los hombres y mujeres italianos que habían marcado la historia del país en los últimos años. Entre los personajes elegidos, estaba Carla Lonzi, cuya vida se repasaba en el capítulo “Alzare il celo”, dirigido por Gianna Mazzini. El programa está disponible online aquí.

UNiVERSO Según afirmaba Carla Lonzi, “La mujer, tal como es, es un individuo completo: la transformación no debe producirse en ella, sino en cómo ella se ve dentro del universo y en cómo la ven los otros”. Esta frase, además de romper con esa idea de que la existencia de la mujer solo tiene sentido junto a un hombre, es una de las bases de la autoconciencia que defiende el feminismo de la diferencia.

VAGiNAL “La mujer clitoriana y la mujer vaginal" es un texto de 1971 en el que, tras analizar libros de psicoanálisis, paleontología y tratados sobre sexualidad, Carla Lonzi concluye que el mito de la mujer con orgasmos vaginales no es más que un mecanismo del patriarcado para reducir las relaciones entre hombres y mujeres a la procreación, limitando así su sexualidad.

WiLHELM REiCH El filósofo, psicoanalista, médico psiquiatra y militante comunista austriaco, naturalizado estadounidense, Wilhelm Reich (1897-1957), abordó en el primer tercio del siglo XX la importancia de la sexualidad y del orgasmo en la salud de los individuos. Parte de sus investigaciones fueron recogidas por W. Reich en el libro La Función del Orgasmo, publicado en 1927, en el que continúa las investigaciones de Freud sobre la relación entre neurosis y represión sexual. A pesar de la importancia de este trabajo, Carla Lonzi cargó duramente contra Reich, a quien acusaba de mantener teorías patriarcales referentes a la mujer, especialmente en lo que se refiere al orgasmo femenino de tipo vaginal, algo que para la escritora italiana no es más que una invención del hombre opresor.

XX Como experta en arte y militante feminista, Carla Lonzi también abordó la presencia de la mujer en el mundo del arte. De hecho, hasta el siglo XX, las mujeres no habían entrado en los museos más que como modelos y siempre desde el punto de vista del hombre. Son mujeres como Frida Kahlo y Georgia O’Keeffe las que acceden por primera vez a esas instituciones como artistas al mismo nivel que los hombres.

YUGO En su libro Escupamos sobre Hegel, Carla Lonzi afirma: “La diferencia de la mujer consiste en haber estado ausente de la Historia durante miles de años. ¡Aprovechémonos de esta diferencia! Una vez lograda la inserción de la mujer, ¿quién puede decir cuántos milenios transcurrirán para sacudir este nuevo yugo? No podemos ceder a otros la tarea de derrocar el orden de la estructura patriarcal. La igualdad es todo lo que se les ofrece a los colonizados en el terreno de las leyes y los derechos. Es lo que se les impone en el terreno cultural”. Nada que añadir.

ZARAGOZA Doctora en Filosofía y profesora en la Universidad de Zaragoza, Gemma del Olmo Campillo será la encargada de impartir la charla y mesa redonda “Repensando el presente con los textos de Carla Lonzi”, que tendrá lugar en la Fundación Entredós el próximo Viernes 01 de diciembre de 2017.

                                 (De Eduardo Bravo, el 29 de noviembre de 2017)

Referencias útiles:
CARLA LONZi

¿CUÁNDO? El Viernes 01 de diciembre de 2017, de 15h30 a 18h30.

¿QUÉ? Feminismo, una propuesta política constituye una nueva oportunidad de pararnos en nuestro “malestar” entre nosotras, en la Cultura, la Política y en las relaciones entre los sexos con la filósofa Gemma del Olmo Campillo, estudiosa de Carla Lonzi.

¿DÓNDE? En la Fundación Entredós (ver la ilustración)
Calle del Marqués Viudo de Pontejos, 4
28012 Madrid
M Sol

¿CUÁNTO? 30 euros.

Para saber más del evento, conéctate a la web de la FUNDACiON ENTREDÓS (también en Facebook y Twitter).

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