También conocido como Mr. Dinamita, El Hombre más Trabajador del Mundo del Espectáculo, Universal James o El Ministro del Nuevo Funk, el gran James Brown cambió la historia de la música con su ritmo, su fuerza incombustible en el escenario, su personalidad arrolladora y sus ideas (muy claras) sobre el poder de las canciones y cómo usarlo. Pasó de ser un niño pobre y marginal a convertirse en el Padrino del Soul, aunque su reinado hubiera podido haberse extendido al rap, al funk y a la música disco, gracias a sus más de 50 años en activo. Su historia es de las que inspiran y es normal que tenga su propia película con un título inspirado en uno de los temas con los que Brown revolucionó los años 60 y 70. “I Feel Good” se estrena hoy en los cines de la Península y del más allá.

   James Brown nació en Carolina del Sur el 3 de mayo de 1933 de unos padres adolescentes, Susie, de 16 años y Joe de 22. Con sólo 4 años, su madre lo abandonó y, bajo la tutela de un padre con trabajos esporádicos, acabó en Georgia, en la casa de una tía, que no era lo que se dice un hogar sino más bien un burdel, con timbas clandestinas de fondo y un desfile de variopintos personajes, que sin duda curtieron a aquel niño de 6 años. La música fue una de sus escapatorias. El pequeño Brown comenzó cantando en los típicos concursos de talentos, y con sólo 11 años, tuvo las agallas de ponerse delante del público del Teatro Lenox de Augusta donde dejó a todos boquiabiertos con una balada impecable. Pero aquel niño no solo tenía el don de cantar, lo de bailar también era innato, y como estaba acostumbrado a buscarse la vida, se sacó algunos dólares marcando sus increíbles pasos delante de las tropas que, durante la Segunda Guerra Mundial, paraban cerca de la casa de su tía.

   La difícil infancia de Mr Dinamita se transformó en una adolescencia plagada de trabajos de supervivencia, y mientras limpiaba zapatos, recogía algodón o tonteaba con el boxeo, también aprendió a tocar el piano, la guitarra y la armónica. Pero el supuesto dinero fácil llamó a su puerta y, sin demasiado control paternal, El futuro Ministro del Nuevo Funk acabó robando piezas de coche; de ahí, pasó al robo a mano armada, y con 15 años, ya había sido detenido e internado en un reformatorio de Georgia, que curiosamente sería su salvación. Encerrado a cal y canto, conoció al hombre que le cambiaría la vida. Durante un partido de beisbol entre reclusos, Brown chocó con Bobby Byrd, un cantante cuya familia decidió acoger al jovencito James para ayudarle a salir del centro juvenil.

   Recién aterrizado en el grupo de Byrd, The Gospel Starlighters, el embrujo de Brown cambió inmediatamente su estilo y nombre, pasando al R&B con The Avons, y poco después con los más cañeros y menos evangélicos, The Famous Flames, un grupo que con el tiempo acompañaría a Brown en sus actuaciones. Su fe les llevó a contactar con el mismísimo manager de Little Richard, el ídolo de James, para que les escuchara, y surtió efecto. Al poco tiempo, The Flames estaban grabando en una radio local “Please, Please, Please”, palabas que Richard había escrito a Brown en una servilleta. Luego, llegó el cazatalentos, el fichaje con King’s Records, y por fin en 1956, la publicación del tema del que vendieron más de 1 millón de copias. No pudo haber mejor arranque.

   A partir de ese momento, la cosa fue peligrosamente rápida. En 1958, la balada “Try Me” fue nº1 y supuso su primera aparición en la prestigiosa lista Billboard Hot 100. Brown había dado con la gallina de los huevos de oro, pero a pesar del éxito, el dueño de King’s Records no acababa de estar convencido con aquel excéntrico “chico de color” y sus gritos, y James, al que no paraba nadie, decidió seguir adelante con su plan y, en 1962, financió con su dinero un nuevo espectáculo y su grabación en un teatro de Nueva York. “Live at The Apollo” estuvo en las listas de éxitos durante 14 semanas y, aún hoy, muchos expertos lo consideran uno de los mejores discos en vivo de todos los tiempos. En aquella actuación, el batería Clayton Fillyau añadió unos contra-ritmos nada habituales, que se convertirían en marca de la casa y en una de las aportaciones, que en boca y pies de Universal James cambiaría la historia de la música.

   Lo de reinventarse -tan de moda ahora- fue el día a día de James Brown. En 1965, volvió a sorprender al apostar por el ritmo por encima de la melodía dejando asomar un incipiente pero guerrero funk, un estilo puro y concentrado que supuso todo un soplo de aire fresco frente al ya explotado sonido Motown. De hecho, dicen que su tema “Cold Sweat” (1967) es la primera canción auténtica de funk, con una forma de cantar que también dejaba entrever el futuro rap y hip hop.

   En 1969, una nueva banda empezó a acompañar a Brown, pero su protagonismo era tal que The Pacemakers pasaron a llamarse The J.B.’s. Ahí estaba el saxofonista Maceo Parker y de ahí salieron “Get up (I feel like being a) Sex Machine” (1970) y “Papa don’t take no mess” (1974), su último nº1. Mr Dinamita nunca olvidó sus raíces y usó la música y su éxito para hacerse oír. Temas como “Say it loud, I’m black and I’m proud” (Dilo bien alto, soy negro y estoy orgulloso) de 1968 se convirtieron en himnos, y mientras el cantante fue vetado en algunas radios, también se llevó de calle a la comunidad negra gritando a los cuatro vientos su orgullo de ser negro en un momento en el que todavía los afroamericanos seguían luchando por sus derechos. Décadas después con “Living in America” (1986) -parte de la banda sonora de Rocky IV-, los que le habían encumbrado criticaron su postura, pero a cambio James ganó nuevos y muy diferentes adeptos. El Padrino del Soul no callaba, le gustaba ese tira y afloja, y en 1972 apoyó abiertamente a Nixon en su batalla contra el demócrata McGovern, a pesar de intuir que, con ese gesto, podía perder -y perdió- a gran parte de su público negro.

   Nada que saliera por su boca pasaba inadvertido, tampoco las reprimendas a las que sometía a sus músicos acompañantes. Cuentan que era muy estricto y que su apodo de El Hombre Más Trabajador del Mundo del Espectáculo se lo ganó a pulso. Su equipo tenía que llegar a tiempo, estar perfectamente uniformados, con sus fajas impolutas, sus pajaritas puestas y sus zapatos de charol brillantes; de lo contrario, estaban fuera, y más aún si alguno de ellos abusaba de drogas o alcohol. Quien acudía a sus conciertos tenía garantizado un intenso y larguísimo show, y muchos de sus grandes éxitos surgieron en plena carretera, entre actuación y actuación. Al año llegó a dar ¡más de 300 conciertos!

   Sin embargo, detrás de esa fachada de vida de lujo, fama, conciertos y supuesta disciplina, se escondía el pequeño Brown problemático, el que había robado piezas de coches y que ahora iba acumulando varios arrestos por posesión de drogas y armas de fuego, persecuciones policiales de película, y penas que en 1988 le mandaron directo a prisión, donde estuvo encerrado 3 de los 6 años a los que había sido condenado. Al salir de la cárcel, su carrera y su vida continuaron sumando éxitos y errores por igual. En 1996, su tercera mujer, Adrienne Lois Rodríguez, que ya había sido carnaza de titulares por sus acusaciones de malos tratos, murió en una operación de cirugía estética; en 1998, poco después de salir de una clínica de desintoxicación, James Brown volvió a ser arrestado por tenencia de armas y drogas; y en 2004 fue acusado por su nueva y última mujer, Tomi Rae Hynie, de maltrato.

   Finalmente, en 2006, una neumonía le obligó a celebrar su cena de Nochebuena en un hospital. Fue la última. De madrugada, el corazón con más soul de todos los tiempos dejó de latir. Brown nos dejó su música, y aquel ritmo infernal que atrapaba y atrapa hasta al más rezagado, un movimiento de pies inimitable, una figura imponente empapada en sudor, unos estilismos imposibles, un muy peculiar peinado y el ritual de la capa con la que despedía algún show. Un espectáculo, como el de su vida, que le dejó exhausto, pero que marcó a grandes que estaban por venir como Mick Jagger, Michael Jackson o David Bowie, entre muchos muchos otros.

   Hoy, Viernes 12 de diciembre de 2014, se estrena “I Feel Good”. Entonces, Fellas, Are you ready to get up?... One, two, three, four...

PD (nº1) familiar: Brown estuvo casado 4 veces y a su muerte dejó numerosos hijos de los que solo reconoció 9.

PD (nº2) cinematográfica: No es la primera vez que james Brown o al menos su espíritu, llega a la pantalla grande. En 1980, hizo una aparición estelar como el reverendo, Cleophus James, en “The Blues Brothers”, y repitió en la secuela del 2000.

PD (nº3) meritoria: Universal James recibió un Premio Grammy en 1962 con “Papa's Got a Brand New Bag" y otro en el 87 por “Living in America”. Tuvo récord de singles en el Billboard Hot 100 y según la revista Rolling Stone ocupa la séptima posición en su lista de los 100 mejores artistas de todos los tiempos. Además, algunos de sus trabajos pasaron a engrosar las listas de los mejores álbumes de todos los tiempos como “Live at The Apolo” (1963), “Star Time” (1991) o “20 All-Time Greates Hit”. Incluso su trabajo “Sex Machine” (1970) fue considerado como uno de los 100 mejores discos de la historia.

PD (nº4) onomástica: Ante la imposibilidad de usar el título de Rey del Soul, que solo unos años antes, se había ganado el músico Solomon Burke, a Brown también se le apodó El Hermano nº1 del Soul.

PD (nº5) curiosa: A pesar de que Bowie haya confesado la influencia de Brown, "Hot (I Need To Be Loved, Loved, Loved)", de 1976, utiliza el riff principal de "Fame" (1975), de David Bowie, y no al revés.

                                       (De Lidia Martín, el 12 de diciembre de 2014)

Referencias útiles:
“I FEEL GOOD”

¿CUÁNDO? El viernes 12 de diciembre de 2014.

¿QUÉ? Estreno del “biopic” de James Brown (muy bien interpretado por Chadwick Boseman), curiosamente titulado “I Fell Good” en Europa y “Get on Up” en el resto del mundo.

¿DÓNDE? En los mejores cines de toda la Península.

¿CUÁNTO? Depende de la sala.

Si quieres saber más (en inglés) sobre la pelí de Tate Taylor, conéctate a la web GET ON UP (también en Facebook y Twitter). Y, para seguir los pasos (re)creativos (póstumos) de JAMES BROWN, conéctate a su web y su Facebook.

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