Madrid y Berlín tienen personalidades muy distintas, pero ¿sabías que poseían características comunes? Además de lucir un oso en sus respectivos escudos capitalinos, ambas pueden presumir de una Fuente de Neptuno, una Puerta de acceso a la ciudad, una torre de (tele)comunicaciones y un Parlamento casi idénticos. Como motivo de la apertura en la capital del Pop (up) Into Berlín, Mi Petit Madrid te propone una inédita Ruta Berlinesa por la Villa.

(1) La Puerta de Brandenburgo (ver la ilustración) vs la Puerta de Alcalá:
   Además de Torrespaña con la Fernsehturm (cerca de Alexanderplatz) y el edificio del Parlamento alemán con el del Congreso de Diputados español, la Puerta de Brandeburgo comparte elegancia y anécdotas con nuestra castiza Puerta de Alcalá. Situada en la Plaza de París de la capital alemana, al final de la avenida de Unter den Linden y al comienzo del gran Parque Tiergarten, la Puerta de Brandeburgo es obra del arquitecto Carl Gotthard Langhans. Construida entre 1788 y 1791, durante el reinado de Federico Guillermo II de Prusia, la obra de 26 metros de altura, 65,50 de anchura y 11 de longitud, está coronada por una escultura de cobre, denominada la Cuadriga, creada por Johann Gottfried Schadow, que representa a la diosa Victoria montada en un carro tirado por 4 caballos en dirección de la ciudad.

   En cuanto a la Puerta (Nueva) de Alcalá (ver la ilustración), ubicada hoy en la Plaza de la Independencia, también se erigió a finales del siglo XVIII para reemplazar la Puerta de Alcalá original, después de su derribo ordenado por un Carlos III deseoso de dotar la ciudad de una puerta más señorial. El arquitecto neoclásico Sabatini se encargó de hacer realidad el sueño (¿de grandeza?) del monarca, y construyó un monumento de 19,50 metros de altura, con 3 arcos centrales (de medio punto) para la entrada y salida de carruajes, 2 puertas laterales (una a cada lado) para los peatones con verjas que se cerraban por la noche, y un frontón central con escudos, yelmos y niños, hechos de piedra blanca de Colmenar.

   En ambas capitales, que no paraban de crecer, se derrumbaron las murallas en 1868.

(2) Berlín Cabaret (ver la ilustración)
   El Cabaret nació por pura necesidad a mediados del siglo XIX, cuando las gentes de la calle, tocadas por el sufrimiento del ciclo revolucionario, vieron en la música y el baile al mejor antídoto para el olvido. En efecto, con la Belle Époque los espectáculos musicales se habían quedado cortos para los más contestatarios, que soñando con disfrutar del cancán sin censuras y de paso revolver conciencias, montaron clubes privados en los que saltarse las reglas y sumar a la diversión no sólo humor, política, erotismo, bellas mujeres, extravagancia o atrevimiento, sino también un mensaje que hiciera pensar al público e incluso midiera el pulso de la sociedad. Había nacido un nuevo género, el cabaret, que para muchos era la mejor fiesta del mundo.

   De los primeros espectáculos con todo faldas a lo loco, travestis y contenido picarón, el cabaret fue evolucionando y mezclando géneros, desde el music hall inglés a la parodia del burlesque americano, pasando por la revista española que acababa de nacer. Inauguró el siglo XX en Buenos Aires, y aterrizó hacia 1920 en el famoso Cotton Club de Harlem, antes de estrenar los años 30 en Berlín, donde los cabarets arrasaron en el periodo de entreguerras con su brutal mezcla de cultura, política e ideología maleada al ritmo del mejor postor. Fue la época dorada de los cabarets, convertidos en el mayor centro de peregrinación para artistas, bohemios, curiosos y activistas.

   Hoy en día, las dos plantas del madrileño Berlín Cabaret, diseñadas en su día por Pascua Ortega y que abrieron sus cortinas y terciopelos rojos al público hace más de 30 años, siguen con la tradición cabaresca al convertirse de madrugada en un hervidero de sensualidad, humor y transgresión…

(3) Café Berlín (ver la ilustración)
   En plena Movida, por la puerta de esta (con razón) mítica sala de la noche madrileña, podían aparecer de madrugada tanto grandes músicos como Frank Sinatra o Miles Davis, llevados (casi) de la mano -después de sus conciertos en el Palacio de los Deportes- por sus técnicos de sonido madrileños de pura cepa-, para seguir improvisando notas inéditas con sus instrumentos y una copa en la mano; como artistas como Almodóvar o El Gran Wyoming, periodistas y políticos, que se dejaban caer en sus cómodos sillones cualquier día de la semana.

   Desde entonces, nadie ha podido resistirse al ambiente, a la música que nunca ha dejado de sonar en directo y al estilo tan art decó del “Berlín”, y aunque a finales de 2015, el Café Berlin, inaugurado en 1983 por Julio Pavón y regentado desde 2011 por Eze y Pato de la famosa coctelería José Alfredo, tuvo que cambiar de local (después de la repentina venta del edificio a uno grupo textil indio con pasaporte hongkonés), el ahora denominado The Club Café Berlín ha conseguido reencarnar el espíritu original del local, apostando por los conciertos en vivo, las copas bien servidas y divertidas sesiones de Dj’s temáticas, a dos calles de distancia.

(4) Parque de Berlín (ver la ilustración)
   Casualidades de la gran Historia, el madrileño Parque de Berlín se inauguró un 09 de noviembre de 1967 sin poder imaginar nadie que, exactamente 32 años más tarde, otro 09 de noviembre, a las 23h45, el Muro de Berlín estallaría en mil pedazos (puestos a la venta al minuto y medio de hacerse añicos), después de dividir la ciudad y el mundo en 2 bloques antagónicos. Hoy en día, además de la placa conmemorativa original de la ceremonia de inauguración, de la escultura del heráldico Oso de Berlín (obra de Antonio Navarro Santafé, también autor del pedestal El Oso y el Madroño de la Puerta del Sol), de una escultura de Ludwig van Beethoven (originario ¡de Bonn!), colocada en 1981, y del Monumento a Álvaro Iglesia Sánchez, el “héroe de Carranza”, inaugurado en 1982, tres trozos del Muro de Berlín presiden desde (¡cómo no!) el 09 de noviembre de 1990, el estanque del espacio muy verde, situado en el barrio Ciudad Jardín del Distrito de Chamartín.

(5) Pop Into Berlin en La industrial (ver la ilustración)
   Por primera vez, visitBerlin abre en Madrid una Pop up Store y Club llamado Pop into Berlin, para mostrar lo que se cuece en la capital alemana. Durante 12 días, podrás descubrir las últimas tendencias en ocio, cultura, gastronomía ecológica, moda reciclada y vegana (con 20 diseñadores berlineses emergentes) y buena música gracias a “teledisko”, la discoteca más pequeña del mundo.

Referencias útiles:
RUTA BERLiNESA POR LA ViLLA

(1) Puerta de Alcalá
Plaza de la Independencia, 1
28001 Madrid
M Retiro

(2) Berlín Cabaret (también en Facebook)
Costanilla de San Pedro, 11
28005 Madrid
913 662 034
M La Latina
Horario:
- De Martes a Jueves: de 23h hasta las 5h de la madrugada;
- Los Viernes y Sábados: de 23h hasta las 6h de la madrugada.

(3) The Club Café Berlín (también en Facebook y Twitter)
Costanilla de los Ángeles, 20
28013 Madrid
915 597 429
M Santo Domingo / Ópera
Horario: de Lunes a Domingo, de 20h hasta las 6h de la madrugada.

(4) Parque de Berlín
Avenida de Ramón y Cajal, 2
28016 Madrid
M Concha Espina
Horario: abierto las 24h del día, todos los días del año.

(5) Pop Into Berlin
¿CUÁNDO? De Lunes a Domingo hasta el Sábado 19 de noviembre de 2016, de 12h a 21h.

¿QUÉ? ¡Berlín llega a Madrid de la mano de visitBerlin! Para no perderte nada, consulta la Programación.

¿DÓNDE? En La industrial
Calle de San Vicente Ferrer, 33
28004 Madrid
M Tribunal / Noviciado

¿CUÁNTO? Entrada libre.

Más info en la web de ViSiT BERLiN (también en Facebook y Twitter).

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